Como sabemos, la publicidad y el marketing son creadores de necesidades y deseos: llaman la atención y despiertan el interés, y en muchos casos nos conducen a la compra del producto.
En relación con la alimentación, el exceso de publicidad ha cambiado algunos hábitos de consumo infantil, no sólo se consumen más alimentos "basura", consumiéndose muchos alimentos que no siempre son los mejores para una buena alimentación. Para evitar que los niños caigan en la trampa de la publicidad, nosotros como docentes, debemos favorecer un medio educativo saludable a nivel físico y mental que contrarreste críticamente la influencia de la publicidad que nos envuelve.
Como los niños son los mejores consumidores, pensamos que es necesario que la escuela tome cartas en el asunto y cree de alguna forma la manera de estudiar la publicidad y de advertir a los niños sobre sus efectos. Podemos encontrar dos formas para incluir la publicidad en las escuelas:
a) La primera consiste en tratar de integrar la publicidad en el estudio de cualquier tema, ya que la publicidad constituye un eje transversal en el currículum, de forma que puede abordarse desde cualquier área.
b) La segunda consiste en plantear la publicidad como un proyecto-taller de trabajo motivador que dé sentido práctico y real a las grandes áreas de conocimiento que se trabajan en la escuela.
Por tanto, hemos de tener en cuenta de que el objetivo del trabajo sobre publicidad en la escuela y el aula, será aprender a leer la publicidad, ser capaces de descodificarla y comprender que lo que busca es la persuasión, utilizando todo tipo de técnicas.
Así que, si trabajamos duro, haremos de nuestros alumnos unos consumidores responsables ayudándoles a evadir los efectos de la publicidad.
En relación con la alimentación, el exceso de publicidad ha cambiado algunos hábitos de consumo infantil, no sólo se consumen más alimentos "basura", consumiéndose muchos alimentos que no siempre son los mejores para una buena alimentación. Para evitar que los niños caigan en la trampa de la publicidad, nosotros como docentes, debemos favorecer un medio educativo saludable a nivel físico y mental que contrarreste críticamente la influencia de la publicidad que nos envuelve.
Como los niños son los mejores consumidores, pensamos que es necesario que la escuela tome cartas en el asunto y cree de alguna forma la manera de estudiar la publicidad y de advertir a los niños sobre sus efectos. Podemos encontrar dos formas para incluir la publicidad en las escuelas:
a) La primera consiste en tratar de integrar la publicidad en el estudio de cualquier tema, ya que la publicidad constituye un eje transversal en el currículum, de forma que puede abordarse desde cualquier área.
b) La segunda consiste en plantear la publicidad como un proyecto-taller de trabajo motivador que dé sentido práctico y real a las grandes áreas de conocimiento que se trabajan en la escuela.
Por tanto, hemos de tener en cuenta de que el objetivo del trabajo sobre publicidad en la escuela y el aula, será aprender a leer la publicidad, ser capaces de descodificarla y comprender que lo que busca es la persuasión, utilizando todo tipo de técnicas.
Así que, si trabajamos duro, haremos de nuestros alumnos unos consumidores responsables ayudándoles a evadir los efectos de la publicidad.
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