jueves, 13 de noviembre de 2008

PROFESORES Y PADRES


Como hemos visto, son muchas las concsecuencias que provoca el consumismo en los niños incentivado por la publicidad. En una de las entradas anteriores, se habló de como tratar la publicidad en el marco educativo, pero tras ver los problemas que sacuden a los niños hoy día relacionados con el consumo, no es suficiente la inervención de la institución escolar. Para que nuestra intervención sea efectiva se necesita la colaboración de un agente muy importante, la familia.
Los profesores deberán informar y dialogar con los padres sobre los objetivos consumeristas relacionados con la publicidad y sobre las estrategias previstas para consegurilo.
Para establecer un programa escolar coherente sobre la publicidad es aconsejable que los profesores conozcan los hábitos y actitudes de las familias mediante encuestas o debates. Con esto se pretende iniciar un proceso de sensibilización sobre el tema para llegar, padres y profesores, a establecer unos criterios comunes los cuales contribuirían a unificar sus enfuerzos para promover unos mismos objetivos educativos.
Tras este primer encuentro entre docentes y padres, deberían coincidir en distintos puntos de partida:
  1. La constatación de que la influencia que ejerce la publicidad es mayor en los niños.
  2. El hecho de que la publicidad no siempre informa ni brinda información sobre bienes y servicios, sino que además genera avidez por el consumo deformando, exagerando o simplificando la realidad.
  3. El considerar que la publicidad o las campañas publicitarias nos imponen productos y servicios. Ello provoca que ciertos consumidorees con escasas posibilidades económicas se sientan frustrados cuando no pueden adquirir muchos de los productos.

  4. La constatación de que es difícil defenderse de la publicidad, ya que nos invade y envuelve pero, que no obstante, los educadores están obligados a buscar medios para contrarrestarla, ayudando a sus alumnos a ser más críticos e independientes frente al mundo comercial.

  5. La necesidad de promover actitudes de realización personal ética por encima del deseo de consumir por consumir.
  6. La pertinencia de utilizar el ambiente de vida familiar y escolar para impulsar valores críticos y defenderse de la publicidad. El resultado educativo de la escuela en materia de publicidad puede ser fácilmente contrarrestado e incluso anulado por el medio familiar y el de las amistades si en éstos se vive de forma consumista. De ahí el ineludible compromiso de trabajar coordinadamente con los padres.
No podemos cambiar el mundo, y menos el del día de mañana, pero unidos sí podemos preparar a nuestros alumnos/hijos para poder defenderse del afán consumista que existe y existirá, por desgracia, siempre.

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