
Por tanto, es muy conveniente que una educación consumerista, una educación basada en una actitud racional y crítica ante el fenómeno del consumo, se inicie en la familia, a la edad más temprana posible.
Los padres y madres tienen que ser conscientes de que no deben satisfacer, ni mucho menos, todos los caprichos de sus hijos e hijas.
Puede existir la tentación en muchos padres y madres de lavar una mala conciencia por el poco tiempo que dedican a sus hijos, satisfaciendo todos sus caprichos.
El diálogo en el seno familiar es imprescindible para que exista un clima adecuado para la convivencia. Harían bien los padres y madres en comentar con sus hijos la situación económica, planificar juntos los fines de semana o las vacaciones, no ocultar si existen dificultades que pueden privarnos de la adquisición de un electrodoméstico para el hogar, o la realización de un viaje.
Si somos capaces de potenciar la autonomía de los niños, su proceso de formación irá ganando progresivamente en un uso adecuado de la libertad y de la responsabilidad.
Es indudablemente positivo comentar en casa los anuncios que aparecen en la televisión, los mecanismos de persuasión e, incluso, su poder de manipulación.
La libertad se gana trabajosamente y con esfuerzo. Ayudar a que los hijos e hijas desmonten los paraísos artificiales que pretenden venderles y sean conscientes de que pueden elegir su propio camino o dejarse arrastrar por lo que otros quieren y por lo que otros han decidido que compren y consuman, constituye, quizá, uno de los mejores servicios que podemos aportar al desarrollo personal de nuestros hijos.
Si somos capaces de potenciar la autonomía de los niños, su proceso de formación irá ganando progresivamente en un uso adecuado de la libertad y de la responsabilidad.
Es indudablemente positivo comentar en casa los anuncios que aparecen en la televisión, los mecanismos de persuasión e, incluso, su poder de manipulación.
La libertad se gana trabajosamente y con esfuerzo. Ayudar a que los hijos e hijas desmonten los paraísos artificiales que pretenden venderles y sean conscientes de que pueden elegir su propio camino o dejarse arrastrar por lo que otros quieren y por lo que otros han decidido que compren y consuman, constituye, quizá, uno de los mejores servicios que podemos aportar al desarrollo personal de nuestros hijos.
Holas chicas! Daros la enhorabuena por vuestro blog!! me ha ecantado =).Se ha publicado noticas muy interesantes e imporantes. Suerte!!
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